Primera Guerra Mundial, y se abogaba por alentar la paz desde Uruguay. Inmediatamente varios países europeos presentaron su candidatura (Italia, Hungría, los Países Bajos, España y Suecia) junto a la de Uruguay. Una Europa en crisis pronto mostraría su desacuerdo con la FIFA, con sede en Austria, y con su presidente, nacido en Francia, por llevar el primer certamen de la gran competición dedicada en exclusiva al fútbol, creado en Inglaterra, a Sudamérica.