Con todos los términos de refinanciación acordados, ante la imposibilidad de juntar a todas las partes para firmar en el mes de agosto, se aplazó retomar los encuentros para la firma formal hasta el mes de septiembre, ya sin ninguna duda de que Peter Lim compraría las acciones de la Fundación VCF aportando las garantías necesarias. Tras la decepción liguera, el Atlético se fijó como objetivo la Copa, una competición que nunca se le había dado bien.