La temporada siguiente logró el retorno a Primera División bajo la dirección de los históricos campeones violetas «Samanta» Rodríguez y Gerardo Miranda con una base de equipo juvenil formado en el club. Eduardo Acevedo, con quien el violeta estaba acostumbrado a pelear campeonatos, asumió el desafío de intentar salvar al equipo del descenso; no pudo lograr el objetivo, al perder un partido y empatar los dos restantes.