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Para este entrenador, aunque un jugador tenga habilidad para hacer un cambio de orientación con un pase de treinta metros, si no tiene sentido de juego colectivo, no sirve para su equipo. “Porque la inteligencia en el fútbol tiene que ver con el sentido del juego, que es colectivo”, dice. Y, como tal, el desgaste en términos emocionales tiende a ser nulo también, al contrario de las situaciones complejas donde se les exige a los jugadores requisitos técnicos, tácticos, psicológicos y de pensar las situaciones, eso es lo que representa la complejidad del ejercicio y lo que conduce a una concentración mayor”. Su «jugar bien» le exige eso. Aquí ya coincidimos, pues el desgaste que su presión adelantada «zonal» provoca es significativo, repetimos, por la concentración que exige. Tomemos ejemplo de los equipos de top: si son las que más organización evidencian, son también las que a un mayor desgaste mental están sujetas, por la concentración que se les exige. Pero nuestra organización colectiva nos permitía ocupar mejor el campo, hacer un pressing más eficaz y jugar con más velocidad”.

www.warbird.org “las cualidades y propiedades nuevas emergentes de la organización y de la unidad global”. Mercé Cervera (2001) dice que el pressing debe estar ligado a la organización y no al esfuerzo. Si fuese así, el esfuerzo sería menor y las posibilidades de éxito mucho mayores. Si así lo hacemos, afirma, evitamos muchos retrocesos innecesarios, siendo importante saber que recular para el medio campo defensivo es correr, es retroceder metros sin el balón, es cansarnos, significando esto que, cuando recuperemos la bola, la portería adversaria va a estar lejos y mucho más estará a medida que avanza el partido, camisetas futbol por la fatiga acumulada. Es por esta razón por la que Frade (2002) afirma que “a partir del momento en que el hábito está instalado, la zona pressing es mucho más económica que la defensa hombre a hombre”. La raíz del problema está, pues, fundamentalmente en los entrenadores por tener la responsabilidad de construir «patrones defensivos» lo más eficaces posible.

Según Frade (2002), “la esfera fundamental del saber-hacer está en el subconsciente”. Según Faria (2002), esta fatiga central surge primero que la fatiga periférica. Tal como refería Frade (2002), “cuando la zona pressing se hace bien, sólo existe una forma de superarla: ¡jugando para atrás!”. Como vemos, confrontado con un problema concreto, aquello que Menotti busca es saber cómo puede el equipo resolverlo.Porque “en la zona los problemas son colectivos; todo es de todos y nada es de nadie” (Lillo, s.d., cit. Ahora, el hombre a hombre es hombre a hombre en la zona de intervención. Cada jugador marca al hombre de su zona, cuando tenga que marcarlo. Se constata así que la “intensidad sólo es camisetas de futbol 2021 caracterizada si va asociada a la concentración, y así la concentración es más exigente, en cuanto es más importante, en función de cuantas más «variables» tenga que articular”. Se trata de que los jugadores ahorren energía para utilizarla cuando tenga la pelota.

Para Tiago, ahora jugador del Chelsea, la mayoría de equipas de la Superliga no «defende en zona», porque los jugadores se preocupan del que cae en su radio de acción y eso, aunque en determinadas situaciones pueda parecer «defender en zona» – como cuando el equipo está todo atrás -, en verdad no lo es. Por eso, desde su punto de vista, “presionar con orden economiza esfuerzos”. De forma semejante, Frade (1985) afirma que “el orden o la organización de un todo, o sistema, trasciende lo que puede ser ofrecido por el «conjunto» de sus partes cuando éstas son consideradas aisladas unas de las otras”. El pressing se hace para correr menos, para economizar esfuerzo, partiendo de la organización. Por ejemplo, correr por correr tiene un desgaste energético natural, mas la complejidad de ese ejercicio es nula. También Terrazas Sánchez (2002) cree que un pressing bien hecho conduce a un menor desgaste físico.