El 19 de septiembre, en su primer partido por Champions League con Juventus, fue expulsado a los 29 minutos por «conducta violenta», su primera tarjeta roja en 154 partidos en la competencia. Se celebró por todo lo alto, pero solo diez minutos después llegaría una histórica obra de arte en forma del segundo gol valencianista, esta vez anotado por Gaizka Mendieta a centro de Adrian Ilie, controlando el balón con el pecho y haciéndose un autopase de espaldas por encima de los defensores colchoneros quedándose así solo delante de Molina y disparando sin dejar caer el balón al suelo.