Esta camiseta simbolizó la naturaleza sin alma del logro de Brasil con su desacertado y rimbombante dibujo ensuciando su icónico vestuario dorado, haciendo que Brasil luciera como cualquier otro equipo. Incluso, aunque Brasil la usó para ganar el Mundial, lo hizo con un juego funcional, infiel a su espíritu. Camerún lució esta camiseta para musculosos, diseñada para enfatizar los bíceps de un equipo temido por su dimensión física, cuando recapturó en 2002 la Copa Africana de Naciones.