Por ello, no nos parece constituir un problema, pues, aunque exageradas, creemos que las desventajas de la «defensa individual» son las desventajas de la «defensa hombre a hombre». Los que colocan nueve hombres detrás de la línea de la pelota y dan puntapiés largos en la dirección de dos excursionistas que dejan solos y aislados en ataque no tienen ese problema, mas aquéllos que intentan jugar ya se habrían dado cuenta de que los accesos al área están menos congestionados por fuera”. Juegan a no jugar o, peor aún, a no dejar jugar. Al entrenar, creamos automatismos y comenzamos a saber dónde están nuestros compañeros y cómo tenemos que jugar y, si yo marcase hombre a hombre, hoy estoy aquí y mañana allí y el ataque ciertamente no funcionará, a no ser en una eventual jugada individual”. En el fondo, es la lucha incesante por el espacio y por el tiempo que Garganta refería. En una camiseta fc barcelona lógica inversa, cuando defiende, “el equipo debe hacer el «campo pequeño», debe procurar «oscurecer» el juego, reduciendo el espacio de juego al equipo adversaria. Intentaremos ahora comprender cómo debe ser la adecuación de la «defensa en zona» y de la «defensa hombre a hombre» frente a esa intención de hacer el «campo pequeño» a la hora de defender.
Para terminar este punto, citamos a Garganta, quien da una idea global de la «defensa en zona» que nos sirve de resumen: “Lo que nos permite identificar una zona no es una fotografía, sino una película, o sea, algo dinámico que nos muestra si los movimientos o la forma cómo los jugadores se desplazan en el terreno son o no coordinadas atendiendo al balón, a la posición de los compañeros y a la posición de los adversarios. No queremos dejar de subrayar que, para nosotros, no llega con reconocer la importancia de que se haga el «campo grande» para atacar y el «campo pequeño» para defender. Queremos apenas subrayar que, en nuestra opinión, el equipo necesitará de menos tiempo para readaptarse, cuanto mejor entrenadas tenga las basculaciones y cuanto mejor conozca al adversario, los momentos/lugares donde regularmente éste procura realizar cambios de orientación y los jugadores adversarios que, por norma, tienen esa responsabilidad.
En cuanto a la «defensa individual», parece tratarse, en el fondo, de una exageración de la lógica subyacente a la «defensa hombre a hombre», siendo muchas veces la referencia adversario directo substituida por la referencia «adversario atribuido por el entrenador». ”. Según el mismo autor, a pesar de que éste sea un juego opinable donde sólo el resultado es indiscutible, hay verdades que a veces pierden, aunque sean indiscutibles, por eso, “en el fútbol la grandeza sólo es posible con el respecto por la zona”. ”. Concluye diciendo que, desde su perspectiva, “la zona es exclusivamente un marcaje individual dentro de una determinada zona”. ”. Para A., “jugar en zona es estar todos detrás de la línea de la pelota. La marca del felino vuelve a vestir al club Ché tras su paso previo entre los años 1990 y 1993; esperando causar un impacto (positivo) inmediato en todos sus simpatizantes.
Oporto de Mourinho «defendía en zona», Jorge Barbosa (2002a), periodista de «A Bola», nos ayuda a esclarecerlas: “La receta de este equipo del F. C. Oporto es la receta para todos los tiempos: defensa en zona, buen trato del balón, y actitud atacante. FC Oporto no se agotó en las tareas de recuperación, nunca estuvo viendo para ella como si de un cuerpo extraño se tratase. El jugador tiene tareas en el equipo, que es el que tiene una determinada intención defensiva (planteada en función de una intención ofensiva). ” (Mourinho, 2002a), intenciones que se alejan claramente de la idea que está subyacente en la «defensa hombre a hombre» e «individual». ”. En una segunda fase, explica, los extremos “pueden partir de esa posición de campo grande y de esa posición exterior buscando posiciones interiores que son las posiciones que llamamos «entre líneas»”. ”. Está así creado, en un plano teórico, un conflicto de intenciones: el ataque (la organización ofensiva), para intentar superar a la defensa (la organización defensiva adversaria), debe procurar hacer el «campo grande» y así crear espacio y tiempo para realizar sus acciones táctico-técnicas; la defensa, para dificultar el ataque, debe procurar hacer el «campo pequeño», creando superioridad numérica junto a la pelota y reduciéndole el espacio y el tiempo en el campo.